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Mostrando las entradas de octubre, 2007
Con el tiempo uno aprende a querer la soledad, uno aprende a dejar de luchar contra ella, pues en esa lucha, se cometen graves errores. Al aceptar la soledad, uno mismo se acepta y aunque hace falta la tormenta, se llega a apreciar la calma.

Desvaneciéndose (Kleper)

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Cuando el silencio deja de ser como la noche, es por que la noche ha sido consumida por el murmullo, el ruido y la nostalgia de cosas que se han desvanecido y se ven tan borrosas, y tu mismo te ves tan borroso que ya no te reconoces, simplemente por que ya el silencio se ha desvanecido. Recuerdo momentos en los que podía callar y el silencio no era incomodo o insoportable, ahora el silencio no puedo soportarlo y no puedo callar ni mis pensamientos y cuando pensé que podía recuperarlo todo, nuevamente se desvanece, y pasa el tiempo y pasan las historias, y luego queda no el silencio y no la soledad si no la sensación de estar solo para siempre, y una año y medio no valen nada ahora, por que se desvaloriza y se pierde el sentido de las cosas que hacemos, luego lo que escribimos y no podemos reconocerlo, eso tal vez es tan normal que no lo percibimos, por que simplemente lo aceptamos y continuamos. Muchas veces con el silencio solía venir el recuerdo y la sonrisa cómplice con la noche, po

Los Celos (De Magno)

Furia que nace y te sucumbe, cólera del alma y vendaval del espíritu. Tormento del cuerpo, y veneno en la sangre. Fuego y guerra en el corazón.

Aléxandros - El hijo del Sueño - (Valerio Massimo)

Creo que Platón y los atenienses le negaron a Aristóteles la dirección de la academia y él, en venganza, ha creado a Alejandro.